Meditación de Piscis

Meditación de Piscis 2022

Ahora, en febrero de 2023, a punto de celebrar nuestro encuentro de zodiaco de Piscis que cierra un ciclo del primer año de estos encuentros online y prepara la siguiente ronda que vamos a empezar esta primavera, quiero compartir la transcripción literal de la meditación de Piscis del año 2022. Esta meditación surgió de forma oral y espontánea en el contexto de una pequeño grupo, en el que primero hicimos un trabajo corporal intenso con los pies, y después de la meditación pasamos a la sesión de euritmia. Se trata de meditaciones dirigidas en voz alta que no se preparan previamente de forma escrita, sino que surgen como diálogo vivo con lo que resuena desde el silencio de los asistentes y de la situación del momento. Y en ese momento, con las noticias del comienzo de la guerra de Ucrania, igual que actualmente, la añoranza de la paz vive en nuestros corazones. Los ejercicios para los pies han preparado el espacio para que la meditación no se quede en lo intelectual. Para que esté viva, su lectura también requiere llevarla a la experiencia corporal.

De todos los signos del zodiaco, la cualidad de Piscis ha sido la que más me animó a compartir online el proyecto de movYatento. Por eso, aunque normalmente ofrecemos estas meditaciones en formato audio y dentro de las suscripciones, he querido hacer accesible esta meditación en concreto también para ti, que has llegado hasta aquí y aprecias la lectura. Esta es su transcripción, sin adaptaciones posteriores:
Meditación de Piscis

cita

La primavera todavía no ha llegado, pero ya se siente su llegada.

Se siente en el aire.

Como muchas veces sucede en esta época del año, el aire está removido, fuertes ráfagas de viento.

Hay un desasosiego en el aire.

Es un desasosiego que a veces nos afecta también anímicamente y que ahora en concreto parece que está en todas partes. Quizás en la revoltura anímica de alguno que otro, y desde luego, en el panorama mundial.

Es el desasosiego del final de un ciclo.

Al final del ciclo, lo que ha ocurrido durante el año anterior se plasma. Se convierte en destino.

Y nosotros, una y otra vez nos empeñamos en forjar el destino desde nuestras cabezas.

El destino se forja con los pies, y sobre todo al final del ciclo, cuando se prepara el comienzo de algo nuevo, es muy importante tomar contacto con los pies. Y los pies son los que pueden tomar contacto con la Tierra.

Lo mismo que sucede con el transcurso del año, que termina con los pies, empieza con la cabeza, y cuando se cierra un ciclo, los pies y la cabeza se encuentran en el punto que está entre Piscis y Aries.

Podemos tener la imagen de la serpiente o también de la pescadilla que se muerde la cola.

Lo mismo sucede con el ciclo de nuestra respiración.

Podemos observarlo ahora en tiempo real, podemos observar cómo no necesitamos hacer un esfuerzo, un extra, para poder inhalar. Es suficiente conectar con nuestros pies y permitir que Aliento Vivo inhale en nosotros, sintiendo la corriente de energía, de luz calórica que sube desde las plantas de los pies en contacto con la Tierra, paralela a la columna vertebral, hacia la cabeza, con cada inhalación.

Luego llega un punto de inflexión donde podemos parar y retener, como hacemos habitualmente en nuestra vida cotidiana, especialmente cuando algo no nos gusta, algo nos produce rechazo, cuando luchamos, cuando nos oponemos… y ahora, en este rato de meditación, podemos dejar de retener, dejar de luchar y exhalar en una entrega….

Ahora esta luz calórica que subió de los pies a la cabeza vuelve a bajar hacia los pies al exhalar, rodeándonos por fuera, alrededor de todo nuestro cuerpo con un manto de luz calórica. Y si realmente fuéramos sinceros, nos daríamos cuenta de que al final del ciclo de la respiración, al final de la exhalación, no sabemos lo que va a pasar. Hay un momento de incertidumbre.

Ninguno de nosotros sabe realmente si esta inhalación que estamos haciendo ahora va a ser la última en esta existencia o si llega otra después….

Y si somos también completamente sinceros, sabemos que eso no depende de nosotros.
Sabemos que esta vida es un regalo de Aliento Vivo que nos acompaña.

Meditación de Piscis

citaEntonces, al final del ciclo podemos conectar íntimamente con nuestros pies en la Tierra donde hay un espacio único. Solamente como seres humanos podemos sentir el espacio de la bóveda de nuestros pies, en la que puede surgir un diálogo creativo con la Tierra. Quiere decir que puede nacer algo completamente nuevo que antes nunca ha existido.

Y ahora, si después de exhalar, esperamos un poco hasta poder percibir este contacto sereno, este silencio que nos inspira para dar el siguiente paso, entonces puede empezar un nuevo ciclo que realmente sea nuevo e innovador.

Cuando nos enfrentamos al nuevo ciclo desde nuestras cabezas, proyectamos nuestra experiencia pasada hacia el futuro, y la proyectamos en el miedo, en la preocupación, en el odio, en el resentimiento… porque nuestras cabezas nos separan los unos de los otros.

Yo tengo unas opiniones y no coincido con el otro, y pienso que el otro debe estar equivocado, y si es grave la equivocación, puedo pensar incluso que tengo el deber de corregirlo, y si se resiste, de obligarlo, por la ley o por la fuerza….

Y mi cabeza tiene unos intereses que nacen del cálculo que anticipa lo que va a pasar, y puedo pensar que necesito defender mis intereses contra los intereses del otro.

Podemos sentir el conflicto y el enfrentamiento que hoy en día domina, cómo nace de las cabezas.

¿Qué sucedería si cada vez más seres humanos en cada respiración consciente conectaran con los pies?

Y si nuestros pies se vuelven atentos en la escucha, podemos sentir que el Planeta que pisamos con los pies es el mismo para todos. Ahí no hay intereses que puedan estar enfrentados.

En el diálogo creativo de nuestros pies ha surgido nuestra cultura. La cultura de Europa en gran parte ha surgido en ese diálogo con la Tierra de miles y miles de peregrinos que se han intercambiado caminando, han recorrido los diferentes caminos hacia Santiago con un intercambio cultural enriquecedor, muchas veces poniendo en riesgo su vida y su retorno a casa, en un peregrinaje que se enfrentaba a grandes peligros e imprevistos en el camino, sin las comodidades que conocemos hoy en día.

Y en este Camino ha surgido concordia entre los pueblos.

Si nos guiamos por nuestras cabezas que lo saben todo, saben lo que es lo más adecuado, lo más racional, lo más sensato, caemos en el peligro de enredarnos en la red de intereses particulares, en esa red de los medios de comunicación que cubren todo este Planeta y que han hecho que exista la profesión del ideólogo. La cabeza sigue una ideología. Hoy en día se crean ideologías según los intereses, y esto domina tanto que es difícil sustraerse a su influencia.

Quizás si queremos construir un verdadero camino hacia la paz, podemos dar pequeños pasos de bajar a nuestros pies. Allí no existe ideología, allí existe el encuentro al andar juntos sobre el mismo Planeta.

Incluso personas que están conectadas por internet a miles de kilómetros de distancia unas con otras, si viven esto desde la cabeza se ven enredadas. Si mientras nos escuchamos, nos percibimos, bajamos a la percepción de nuestros pies, nos damos cuenta de que la paz, el destino de paz, se fragua en cada instante. Cada vez que movemos los pies para ir a un sitio para hacer algo, que movemos los músculos y que andamos al encuentro del otro para entablar una conversación sincera.

Quizás no sea casualidad que la palabra pez en griego, ichthys (ἰχθύς), haya hecho que el símbolo de Piscis, el símbolo del pez, se haya convertido en el símbolo de los primeros cristianos. Las letras de esta palabra en griego representaban las iniciales del nombre de Jesús el Cristo hijo de Dios.

Este símbolo del pez formado por dos arcos que se interseccionan es un símbolo del encuentro, como si las dos bóvedas formadas por las dos plantas de nuestros pies se encontraran la una con la otra y juntas formaran una mandorla, símbolo de la vida. Los peces son animales que se multiplican, multiplica la vida de una forma prodigiosa.

Durante esta época de Piscis podemos una y otra vez tomar contacto con nuestra respiración, sentirla como un regalo de poder habitar en este Planeta Tierra, sentir cómo la fuerza de Aliento Vivo asciende desde la planta de nuestros pies hacia la cabeza. Y no la retenemos – porque si la retenemos mucho, si retenemos la respiración en la no aceptación, en la protesta, en el no aceptar, estamos tan tensos que nunca llegamos a sentir nuestros pies de nuevo. Ahora exhalamos, sabiendo que podría ser la última vez, y volvemos a llevar la atención hacia la planta de nuestros pies, de donde surge la posibilidad de vivir y de andar en esta Tierra.

Y ahí encontramos el silencio para el diálogo creativo.

¿Hacia dónde me pueden llevar mis pasos ahora, durante los próximos segundos?
Mis pasos, mis movimientos, mis palabras….

Y quizás podamos recordar también las palabras de Aquel que dijo “Quien comparte mi pan, me pisará con los pies”, algo que se ha interpretado como “me maltratará”, pero la versión textual es “pondrá los pies sobre mí”. Y si miramos el símbolo del Pez, ese encuentro entre dos bóvedas, también podemos comprender la palabra “donde están dos o mas reunidos en mi nombre”, en el nombre de lo que representa el símbolo del Pez, esa fuerza que es común a todos los seres humanos y que trae consigo todas las posibilidades que somos capaces de desarrollar con nuestros actos, habita entre nosotros.

Meditación de Piscis


Katja Baumhauer


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