Cómo médico observo frecuentemente a pacientes con fuertes tensiones corporales y desvitalizados. Ocurre que a uno mismo le resulta más difícil observar estas situaciones y sobre todo buscar ayuda. Después de varias conversaciones, Katja me animó y motivó para que probara con los ejercicios que me envió y fue una sorpresa muy agradable notar desde el primer día los beneficios. Tensiones y contracturas que están en la musculatura profunda se liberan, sobre todo en el suelo pélvico, permitiendo que los movimientos sean más fluidos y mejorando al mismo tiempo la vitalidad.
…pues impresionante la Cantienica, la verdad es que no tiene absolutamente nada que ver con cualquier otro ejercicio para el suelo pélvico que pudiera haber hecho o conocido, como me habías dicho. La verdad es que es sorprendente…
El Halleluyah lo estoy haciendo y la verdad es que cada vez – hace tiempo que no hacía nada de euritmia y me asombra el beneficio que me hace siempre – recuerdo el primer contacto que tuve, una cosa muy sencillita para los niños pequeños, y a mí me movió tanto, y sigo así, Katja. Hago el Halleluyah, me lleno de energía positiva y me entra una alegría… Siempre me ha movido mucho la euritmia, y me está haciendo muchísimo bien, muchas gracias.
Ha sido para mí una gran sorpresa, muy reveladora, el encontrarme con este bello y sólido trabajo que hace Katja. Sus meditaciones están muy bien construidas, son muy sencillas, muy serenas; me gustan mucho sus imágenes, me llevan a un estado de certeza y mucha consistencia y a una vivencia de estar llegando a un lugar curativo y de mucha potencialidad. El trabajo que hago con la euritmia me parece un gran regalo, me resulta muy profundo y de una conexión muy especial y genuina con el camino hacia nuestra esencia. Y el descubrimiento de la Cantiénica, aquí me voy viviendo como abriéndome a una puerta nueva hacia un lugar que me está esperando y al que quiero seguir descubriendo. Así que muy contenta, muy agradecida, con muchísimas ganas de seguir explorando y conectado con todo este potencial dormido.
Me llamo Cándida Falcón, vivo en Gran Canaria y he tenido el placer en estos meses de volver a reencontrarme con Katja. Ella desde hace 28 años nos dio a conocer la euritmia en sus talleres impartidos en la Finca de Osorio y desde aquel momento me cautivó, pues siento como conecto rápidamente con mi interior y me produce mucha paz. Ahora me ha enseñado con “Movimiento es vida” a tener una mejor calidad de vida en mi cuerpo físico y hasta me asombro de cómo con un solo ejercicio, en cuestión de segundos he podido colocar mi cadera que llevaba semanas padeciendo de dolor. Ya ha pasado más de un mes y sigo como nueva. Es magnífico, pues aunque mi cuerpito anquilosado y gordito no me deje desarrollar el ejercicio con las mejores capacidades, da muy buenos resultados, pues después de practicar una serie de ejercicios, notas mucha energía y ligereza a la vez, aunque cuando lo estés haciendo te sientas cansada y no pares de sudar. Yo se lo recomiendo a todo aquel que desee mejorar, cuidar su estado físico, emocional, mental y espiritual, pues Katja hasta nos ofrece meditación que nos ayuda a reconducir nuestro día a día buscando nuestro equilibrio vibracional. Miles de gracias Katja por estar ahí y querernos acompañar mejorando nuestras vidas. Y muchas felicidades por el nacimiento de este lindo proyecto movYatento.
En Gran Canaria a 19 de agosto de 2020.
Yo solia llevar una vida bastante activa.
El confinamiento me tocó a los 85 años.
De un día a otro, un parón total: limitada por las 4 paredes de mis 45 metros cuadrados, sin contactos sociales, sin mis caminatas diarias, mi grupo de gimnasia, sin playa. Fue algo que nunca había experimentado, como para caer en un bache.
En este momento me habló Katja de sus audios y me mandó su programa: para mí fue una luz en la oscuridad.
Había una persona que se preocupaba por mí, me mandaba exactamente lo que me hacía falta. Siguiendo las meditationes, los ejercicios, encontré una nueva estructura diaria, con el resultado de que en el momento del desconfinamiento mi forma física era casi mejor que antes.
Mil gracias Katja, por tu empatía generosa y esta ayuda tan importante para mí en aquel momento.