Joaqui Rodríguez
Trabajo administrativo
“No hay más que un Templo en el mundo, y éste es el cuerpo humano. No hay nada más sagrado que esta forma superior”
Estas palabras de Novalis que leí hace algunos años me resultaron un tanto “enigmáticas” por ser bastante ajenas a mi experiencia de vida. Sin embargo, hoy en día se me empiezan a desvelar como un verdad a la que puedo acceder, no a través del entendimiento, sino de tener el “coraje” de encarar mis resistencias a hacer un camino de auto-descubrimiento con mi propio cuerpo como brújula.
Las propuestas que hace Katja en sus meditaciones para la vida cotidiana me están proporcionando muchas claves. De una forma sencilla, cotidiana, y al mismo tiempo profunda, me invitan cada vez a cruzar un umbral, y adentrarme en ese “templo sagrado” que es mi cuerpo, a través de una nueva forma de entender, o más bien vivir, lo que es la respiración.
Esto me ocurre no solo cuando encuentro el momento de encender una vela y sentarme, sino también cuando conduzco o friego lo platos. No puedo decir que me sea fácil ni complicado. Simplemente ES una experiencia distinta, renovada, en cada oportunidad que yo misma me brindo. Es siempre una invitación a encontrar un lugar sano dentro de mí, al que puedo acudir para fortalecerme, y dejarme sorprender por las nuevas posibilidades que se me desvelan de estar conmigo, y de relacionarme con mi entorno.